Para contar las películas que hay ambientadas en institutos harían
falta los dedos de las manos de medio continente europeo. Esas películas con
el típico profesor enrollado que va a congeniar con el rarito de clase que
resulta ser un genio o en las que los menos aceptados acaban teniendo su
espacio y socializando con los más populares del instituto.
Pero el valor de “Las ventajas de ser un marginado” reside en que a pesar de contar con esos personajes que a primera vista pueden parecer tópicos, saca adelante una historia fascinante en la que lo importante no es la aceptación de la gente dentro del instituto ni la popularidad, sino ser capaz de convivir contigo mismo y apoyarte en aquellos amigos que sabes que van a estar ahí, aunque les conozcas desde hace poco.
En esto se basa la película de Steven Chbosky, que se atreve
valientemente y con muy buenos resultados a adaptar su propia novela publicada
en 1999. La película ha obtenido el reconocimiento del National Board of
Review, que la incluyó entre los diez mejores films del año, junto a seis de
las nominadas al Oscar a Mejor película. Además la cinta de Chbosky también fue
nominada a Mejor guion adaptado por el WGA (el gremio de guionistas), por lo
que no habría sido una gran sorpresa que hubiera estado nominada al Oscar en
esa categoría.
El trabajo de Logan Lerman (“El tren de las 3:10”), Emma
Watson (saga de “Harry Potter”) y Ezra Miller (“Tenemos que hablar de Kevin”) como
el trío protagonista nos deja con unos personajes que tratan de mostrarse tal y
como son, esa naturalidad y libertad que tan difícil es de encontrar en las
producciones hollywoodienses. Esta relación que une a Charlie (Lerman) y a sus
dos amigos parece tan real que hasta el espectador se mete dentro de esos
bailes de instituto, en las fiestas… y los identifica con sus propios amigos o
consigo mismo, y es entonces cuando te metes en la piel de un personaje cuando
de verdad la película significa algo. En papeles secundarios la película cuenta
con conocidos actores como Paul Rudd, Dylan McDermott, Kate Walsh y Joan Cusack
entre otros.
El desarrollo fluido de la narración se consigue con la estructura epistolar de la novela, manteniendo una de las características propias de Charlie: contarnos directamente sus sentimientos con la excusa de escribir las cartas dirigidas a un amigo. Así podemos apreciar la evolución de este personaje que se va complicando más y más a medida que avanza la historia. La película nos sirve para ver también la introducción de un joven reservado al mundo del alcohol, las drogas, las fiestas… pero sin convertirse esto en un problema para el protagonista sino que simplemente se muestra la entrada a la adolescencia de un joven que había dejado aparcada su inocencia hace tiempo.
El desarrollo fluido de la narración se consigue con la estructura epistolar de la novela, manteniendo una de las características propias de Charlie: contarnos directamente sus sentimientos con la excusa de escribir las cartas dirigidas a un amigo. Así podemos apreciar la evolución de este personaje que se va complicando más y más a medida que avanza la historia. La película nos sirve para ver también la introducción de un joven reservado al mundo del alcohol, las drogas, las fiestas… pero sin convertirse esto en un problema para el protagonista sino que simplemente se muestra la entrada a la adolescencia de un joven que había dejado aparcada su inocencia hace tiempo.
En resumen, “Las ventajas de ser un marginado” es una de
esas pocas películas con las que nos encontramos cada año que realmente tiene
valor y que no es simplemente un producto superficial más. Le pongo un 9 (infinito).
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